Callejón Informativo
Por: José Alam Chávez Jacobo
– Manuel Espino afina un Plan A y un Plan B en su proyecto presidencial
– Si el tribunal resuelve a su favor pelearía como militante la candidatura
– Si va en contra buscará ser “candidato externo”
– Inyectaría ánimo a las bases que si lo deja participar el CEN
– Ultiman detalles alcaldías para segundo informe de actividades
– Presumirán logros con intereses políticos
– Otro madruguete a Ebrard. PT se alinea a AMLO
De un momento a otro se conocerá la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en torno al asunto de Manuel de Jesús Espino Barrientos, cuyo sentido a favor en contra definirá el rumbo de su anunciada estrategia de contender por la candidatura presidencial, pues todo parece indicar que tiene plan A y plan B.
El primero de ellos se basaría a partir de que se restablezcan sus derechos partidistas para iniciar una campaña de reposicionamiento bajo el argumento de que tanto el CEN y como la gente de Los Pinos actuaron mal y que su partido requiere un trabajo de unidad, con un candidato competitivo, con antecedentes ganadores y con una estructura fuerte, como considera a su movimiento “Volver a Empezar”.
El plan B sería en todo caso la búsqueda de la nominación como “candidato externo” cuya figura contemplan los documentos básicos de Acción Nacional, empujado por un movimiento ciudadano, “Volver a Empezar”, compitiendo contra las figuras con militancia en ese partido.
Contrariamente a lo que pudiera pensarse, el mejor escenario de competencia para Espino es la elección del candidato presidencial a través de la votación de militantes, pues queda claro que los padrones en algunos estados son inexactos ante la realidad que vive el albiazul y tomando en cuenta que son débiles las estructuras internas de quienes son medidos constantemente en encuestas, se abriría la posibilidad de una votación consiente, tal como ocurrió en el 2006 a favor de Felipe Calderón Hinojosa.
No podemos olvidar que hace cinco años las estructuras fuertes del PAN estaban cargadas hacia el candidato oficial, Santiago Creel Miranda y en torno a otros aspirantes apoyados por personajes del panismo tradicional como Alberto Cárdenas, lo que le permitió a Calderón ir por los votos de los descontentos con la política “foxista” y quienes no veían bien las “cargadas” que más bien son característica del PRI.
Este escenario se anticipa en similitudes pero en condiciones totalmente distintas a las del 2006. Se espera un candidato empujado desde Los Pinos, otro apoyado por grupos tradicionales como es el caso del Gobernador de Jalisco, Emilio González, así como dos figuras más; Josefina Vásquez Mota y Santiago Creel Miranda, quienes, en la práctica, sería complicado decir que resultan mejor opción que Espino, contrario al calderonismo.
No pretendemos descalificar a nadie, simplemente hay que tomar en cuenta que Vásquez Mota y Creel han buscado el respaldo del Presidente de la República en su proyecto presidencial, simple y sencillamente porque saben que no tienen el control de la votación, suficiente para derrotar, sin negociaciones, al que les pongan enfrente en una consulta, pero el caso de Espino es diferente porque partiría desde atrás, solo impulsado por su propio movimiento en busca del respaldo de la militancia que no encuentra representatividad en los grupos de poder que hasta el momento poco han hecho para re posicionar al PAN.
Ya lo ha dicho el controvertido ex Presidente Vicente Fox Quezada, quien afirma que el PAN tendría que recomponer las cosas para evitar el regreso del PRI a la Presidencia de la República, pues conoce la dinámica del albiazul y entiende perfectamente que solo una inyección de ánimo podría recuperar la credibilidad del PAN desde adentro, desde la casa, donde Calderón deje correr las cosas de forma natural, sin forzarlas, al final de cuentas si lo que le interesa es su partido no debe anteponer nombres en la continuidad institucional.
Así ocurrió en las dos elecciones presidenciales que ganó el PAN, con ánimo y respaldos de ciudadanos que encontraron condiciones que antes criticaron, llevando a Fox con unidad en su partido hacia el éxito electoral, mismo caso de Calderón en el 2006 quien animó al panismo a dar un revés al oficialismo institucional y Fox no tuvo más remedio que utilizar toda la fuerza posible para detener a Andrés Manuel López Obrador, puntero en todas las encuestas visibles, para que ganara una gente que no era su candidato pero si el abanderado del albiazul.
Esa inyección de ánimo podría ser Espino si se toma en cuenta que el simple hecho de que lo dejen participar en la contienda interna significaría darle herramientas para ir por aquellos panistas de mística que no quieren cargadas, que no simpatizan con el oficialismo y que quieren retener el poder en Los Pinos.
Atajos
Por el centro: Este periodo de vacaciones no fue como tal en las alcaldías consideradas fuertes, pues a pesar de que se observan en completa calma, quienes toman decisiones trabajan con intensidad para afinar la integración del segundo informe de actividades, donde más de uno pretenderá mostrar todo lo que han hecho para acreditar ante el próximo gobernador y ante el visible aspirante presidencial del PRI que cumplieron su tarea y que están listos para la responsabilidad que les encomienden, aunque hay casos en los que hay muchas cosas pendientes que, de no corregir, generarán sobresaltos en el próximo proceso electoral.
Por la izquierda: El líder nacional del PT, Alberto Anaya, anunció desde ahora que la mejor opción para la candidatura presidencial es López Obrador, por lo que recomienda a Marcelo Ebrard Casaubón entender que debe esperar para el 2018, lo cual confirma que está roto el acuerdo, al menos en términos de partidos, de esperar la encuesta al final para determinar la mejor opción, pero también “madruga” al Jefe de Gobierno quien tenía pensado esperar su informe de labores para entrarle de lleno a la pelea.