
México cambio
Por: Mónica Fragoso Maldonado
El día 8 de marzo de 2020, se conmemoró el “Día internacional de la mujer”, pero en esta ocasión tuvo un matiz sumamente diferente, a pesar de los intentos de algunos grupos por querer desviar la atención, o de querer inhibir la marcha de mujeres acompañadas de sus hijos y de algunos hombres involucrados en la causa y de que las autoridades hablan de 80 mil personas que tomaron las calles, o de más de 200 mil o un millón como se manejan en otros medios, solo en la ciudad de México. Las marchas se realizaron no solo en diversos estados, sino también en varios municipios del país; lo cierto es que nadie puede ignorar que se trata de un reclamo de millones de mujeres y hombres que se encuentran sumados al unísono del grito un alto de la violencia hacia las mujeres.
El día 9 de marzo, México sintió en todos los aspectos lo que era funcionar sin nosotras, muchas mujeres nos súmanos al paro nacional “Un día sin mujeres”, dejamos las calles, los trabajos, los centros comerciales; con la finalidad de que se valore nuestra presencia, las calles lucieron semivacías, y muchos sectores se vieron afectados; pero de nueva cuenta salieron voces en contra del paro, lo que para mí son simplemente la existencia de diversos criterios que no afectan el fondo de la causa, sino la enriquecen.
No debemos de ignorar que estas acciones de los días 8 y 9 de marzo reflejan un hartazgo de la sociedad, contra de la autoridad, que no ha estado a la altura del reclamo, pues no ha desplegado las acciones necesarias para dotar de seguridad y justicia a sus gobernados. Otra realidad inminente es sin duda una manifestación de que el machismo ha muerto, que llego la hora de una nueva era en las relaciones de igualdad en todos los ámbitos, que es el momento de respetarnos y valorarnos, lo que implica terminar con conductas, expresiones, acciones, expresiones y oportunidades que veníamos viviiendo. México ha cambiado, pero espero que este cambio sea duradero y permanente, costará trabajo adaptarse, pero sin lugar a dudas será en beneficio de toda la sociedad, pues la igualdad implica un costo muy alto al ceder viejos patrones, pero el resultado será una sociedad igualitaria con responsabilidades y derechos ejercidos por hombres y mujeres desde otra perspectiva, que acaben con esos viejo patrones que matan a las mujeres y que nos violentan día con día por ser nosotras mismas.