Callejón Informativo
Por: José Alam Chávez Jacobo
Revocación de mandato, el temor de los partidos tradicionales
AMLO entiende que por el momento no hay fuerza electoral que lo saque de la Presidencia
Partidos políticos no saben conducir malestar de gente que votó por AMLO pero no es morenista
Es importante analizar en su justa dimensión la postura de las dirigencias nacionales de los partidos de oposición al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en torno a la propuesta presidencial de adelantar un año la revocación del mandato, pues aun cuando las dos partes tienen lógica política, en la práctica se reconoce que no existe certeza de que la mayoría de los mexicanos quieran fuera a Andrés Manuel López Obrador de la Presidencia de la República.
Es decir, López Obrador atajó las criticas que diversos sectores, tanto políticos como sociales, vierten en redes sociales y en el entorno público, con la propuesta de llevar al 2021 la revocación del mandato y no en 2022, como se tiene previsto, el cálculo es acertado de acuerdo con el interés de que sus partidos aliados mantengan hegemonía legislativa, así como en la representación de gobiernos.
El mandatario nacional entiende con claridad que llevar la revocación del mandato a las elecciones intermedias del 2021, le beneficia, toda vez que los partidos de oposición no tienen el poder electoral suficiente para movilizar a la gente a votar por su salida de la federación, además de que la medida fortalecería tanto a MORENA, como a los aliados con registro, sumados a los que vienen.
La propuesta de López Obrador se dio en el contexto donde las principales encuestadoras del país documentan desde hace varios meses que la aprobación presidencial va a la baja, lo cual se acrecentó con la postura del gobierno en turno frente a la pandemia del coronavirus, incluso los números reflejan que MORENA está perdiendo en las preferencias electorales.
Sin embargo las mismas mediciones revelan que este escenario no beneficia a las fuerzas políticas con registro, en virtud de que el grupo en el poder en México está perdiendo simpatía de ciudadanos, pero estos aún no manifiestan hacia dónde transitaría en una elección.
Por eso la respuesta de los partidos adversarios de MORENA y de López Obrador, como actor político, fue rechazar la revocación del mandato en 2021, al tiempo de emplazarlo a enfocarse en la atención de la emergencia sanitaria porque en realidad les da miedo.
Los partidos políticos tradicionales enfrentan problemas financieros, sus estructuras no viven el mejor momento, carecen de liderazgos en el país, algunos como el PRI siguen marcados por la corrupción, en tanto que el albiazul aún no se consolida como la fuerza partidista que quiere ver la gente en las urnas.
En los próximos meses los partidos tradicionales están llamados a encontrar estrategias contundentes que puedan conducir la inconformidad de ciudadanos que ya no creen en la forma de gobernador de López Obrador y que no se sienten representados en los representantes populares de MORENA.
Familias numerosas de la clase media y media alta del país difícilmente votarán de nueva cuenta por los candidatos de MORENA, pero al momento tampoco se sienten representados en los partidos y políticos de siempre, tampoco los voltearán a ver en el corto plazo.
Bajo ese escenario, la clientela popular de López Obrador sería suficiente para garantizarle espacios legislativos, en ayuntamientos y gubernaturas, fundamentalmente porque los gobernadores priistas no tienen liderazgo social, están alejados de la gente, además perderán diversas entidades. La revocación de mandato en 2021 genera temor en los adversarios de AMLO, en eso no se equivoca.